Reconozco II de la serie Mea Culpa
>> Friday, May 8, 2009
Mi medio-hermano Hugo es bastante mayor que yo y cuando yo era chico el ya era un guailón molestoso con su pubertad zapateándole constantemente la nuca. En general nos llevabamos bien pero había veces que no y como el era el más grande me tocaba a mí llevarme la peor parte... hasta que dije basta! y me avispé. Es ahí entonces cuando empezaron sus problema porque una vez que le tomé la mano al "sistema" no solté las riendas y lo mantuve bajo control siempre.
Mis métodos no fueron siempre los más limpios, caballerosos ni leales, pero a mi poco me importaba eso, lo único que importaba era sobrevivir, mantenerme a salvo y evitar que mi hermanito abusador y grandulón me llevara por delante.
Es así entonces como descubrí "métodos de control" que a la larga probaron ser mis mejores aliados, algo así como mi estrategía disuasiva... yo no le atacaba, pero pobre de el que me fuera a provocar porque se la daba con todo y sin misericordia hasta que cambiara de actitud.
Algunos ejemplos:
Una de nuestras diferencias básicas es que Hugo le tenía pánico a los insectos, y yo por el contrario, era como contratado para pillar y coleccionar cuanto bicho pillaba en la parcela. Tenía de todo, hasta arañas "pollito". Cuando descubrí su pánico es cuando se me iluminó la ampolleta y decidí andar siempre con un frasquito con algo--sea araña, palote, saltamontes, etc. lo que fuere... y a la primera de cambio no se hacía esperar mi advertencia: "Una más y te pongo el bicho en el cogote!" y como por arte de magía Huguito se hacía humo y no me hueveaba más. Santo remedio. A veces por las noches y para evitar agresiones nocturnas, por precaución yo dejaba un frasquito destapado en mi velador con algún bichito adentro y parece increíble pero el huevas de Huguito se tapaba hasta la cabeza aterrorizado y me dejaba tranquilito... más gozaba yo!
Otra técnica muy efectiva que descubrí fue la de cortar pelos de la escobilla de ropa y ponérselos en la cama. ¡Nunca me cachó! Y putas que me reia yo cuando lo sentía darse más vueltas que un mojón en la cama... al día siguiente andaba a media máquina y gruñon! Ja ja ja... por abusador te pasó, maraco.
Ah, y el día que iba yo caminando por el jardín de la casa y voy pasando por frente a mi dormitorio lo pillé practicando pasos de "rock & roll" frente a mi espejo del closet... que risa que me dió y me acuerdo que por la ventana le empecé a decir cositas, las típicas: que eres un mariquita y cosas por el estilo. El enérgicamente me hacía señas que me fuera y lo dejara solo, que no lo jodiera, etc. Pero yo no, el espectáculo me producia mucha gracia y seguí cateteando hasta que lo colmé y salió persiguiendome por todo el jardín... todo bien hasta que pisé mal y me caí--me tropecé y pegué contra una baldoza al lado de la piscina y como consecuencia y en cosa de segundos, me salió un manzo cototo en el empeine. Pobre Huguito, me sobaba, me imploraba, me juraba amor eterno, me prometió chocolates y todo a cambio de que no lo fuera a acusar al Papá. Yo el muy puto acepté los chocolates e impuse otras condiciones además ... pero cuando llegó mi Papá esa tarde hice todo lo humanamente posible para que viera el cototo y me preguntara que habia pasado. La puteada que se llevo el Huguito fue apoteósica...
Cosas que pasan entre hermanos.
Y hay mas...
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